






De la serie de objetos escultóricos, podría deducir que son piezas experimentales que manejan múltiples técnicas y procesos, buscando construir una pieza alegórica de un momento específico de mi vida, formalmente son hieráticas, frontales, muy al estilo de las piezas escultóricas de San Agustín, que siempre me han inspirado. Aparece también el cuerpo, como relación directa con los objetos, en todos los casos, la obra se materializa en torno a un cuerpo, que además es de carácter experimental, cambiante, continuo, en ocasiones distante, lejano, en otras, profundamente cercano. El cuerpo no solo define el carácter de lo escultórico, el cuerpo define también los límites del espectador, del artista, el cuerpo establece la relación con el espacio y por tanto también proporciona los términos del sentido, del significado. El cuerpo configura un relato de la realidad, sea esta de materia onírica, simbólica, plástica o biológica, pero también en el sentido político, moral y social. Las piezas que surgen de esta reflexión, van y vienen en la configuración de todos estos discursos, teniendo como base al sujeto representado en ocasiones, o simplemente reconfigurado a través de mis propios intereses o a lo que quiero manifestar en un momento particular.